Cuidados de la Flor de Pascua
A pesar de que algunos de los símbolos más típicos de la Navidad son los abetos adornados o los elementos luminosos, existen otras formas de decoración navideña entre las que destaca la flor de Pascua o Poinsettia.
Las hojas de la flor de Pascua son verde oscuro, aterciopeladas y con los bordes dentados. Éstas se combinan con hojas de otros colores, principalmente rojo, aunque existen otras especies menos conocidas de tonos blancos, amarillentos y rosados .
Lo que se identifica como la flor, por su forma de pétalos, son en realidad hojas llamadas bráceas . Ellas son las que proporcionan el verdadero valor decorativo a la planta. La ‘floración’ se produce en el intervalo que va desde el mes de noviembre hasta enero, motivo por el cual se aprovecha con fines decorativos o como regalo en las fechas navideñas.
COLOCACIÓN.
Lo primero que hay que tener en cuenta si se quiere conservar la planta durante un periodo de tiempo mayor al navideño es que requiere estar situada en un lugar con temperaturas constantes , de entre 16 y 21 ºC, y que no es conveniente que reciba corrientes de aire. Si la planta se encuentra aclimatada al lugar, el nivel de luz no es de suprema importancia, aunque siempre son más aconsejables los lugares iluminados, sobre todo, en el periodo de floración.
En otoño, invierno y primavera no importa el efecto del sol directo, pero en verano conviene evitarlo. Aunque son plantas de interior, tras las fiestas navideñas se pueden trasplantar al jardín o a lugares donde no reciban excesiva luz solar, lo cual mejorará su mantenimiento, pudiendo llegar a formar un arbusto de hasta 5 m.
RIEGO.
En cuanto al riego , hemos de saber que al principio éste debe ser abundante, pero cuidando que la tierra se haya secado siempre antes de volver a regar. Se debe aumentar la cantidad de agua al situarla en la nueva ubicación, durante el verano y en la floración. Otro de los cuidados esenciales si se quiere conservar su buen aspecto es evitar rociar con agua las hojas de color rojo para que no se produzcan manchas en ellas o se decoloren.
ABONADO.
Con añadir un poco de fertilizante líquido una vez cada 10 días es suficiente.
PODA.
Terminada la floración la planta se puede conservar. Lo práctico en climas cálidos sin heladas es el plantarla en el jardín y dejarla que se desarrolle como un arbusto. Pero en climas frescos, con heladas que no permitan su supervivencia en el exterior, pretender obtener nuevas flores el próximo invierno es complicado.
De todas maneras, si quieres intentarlo, haz lo siguiente:
- 1. Poda los tallos una vez que hayan caído las hojas dejándolos a unos 10 cm de la base. Usa guantes porque la savia blanca puede irritar los ojos y las mucosas por contacto. En caso de sentir irritación lava la zona con abundante agua.
- 2. Recubre el corte con cera de vela para cerrar la herida del tallo.
- 3. Cambia a continuación de la poda a una maceta una medida mayor.
- 4. Ponla en un lugar más freco y seco durante un tiempo. Pronto aparecerán nuevos brotes.